Un garbeo por Madrid

Día duro el de ayer. A las 18h realizamos el último ensayo. El repertorio suena bastante contundente.
Me molesta sobremanera fallar en algunos acordes, cuando llevamos tantos ensayos seguidos y ¡éste es el definitivo! Me equivoco en un par de temas, deben ser los nervios encerrados en mi subconsciente.
Hora y media de ensayo y empezamos la pesada tarea de recoger todo el equipo, ordenarlo para que no tengamos que volver mañana y cargarlo en el coche. Ibraim, el marroquí que se encarga de los locales nos deja una carretilla. Y os aseguro que hay una gran diferencia entre llevar los amplis a pulso que con carretilla.
Pliego los asientos de mi Renault Clio y comenzamos la carga. En un principio creía que íbamos a tener problemas con el espacio, pero al final nos sobra espacio. Entro en el carro, Colman de copiloto. Pongo en marcha el coche y enciendo mi radio cd, suena un tema del Reverend Horton Heat. Enfilamos hacia el Susanclub.
Cojo Castellana, parece que el tráfico esta congestionado. No me equivoco, a los tres minutos, estancados en pleno Madrid. Unos niños nos hacen burla desde el coche de al lado, subo el estereo, suena Weezer. Nos entretenemos haciéndonos unas fotos con el fondo de las luces de navidad que nos ha regalado el ayuntamiento.
Llegamos a la Cibeles y un sobresalto más. La policía esta desviando el tráfico e impide que subamos por la Gran Vía. ¡Coño que hacemos! Con unos buenos reflejos, enfilo al policía que impide la subida y le comento que vamos a descargar equipo musical en una sala. Me mira con cara de incredulidad, pero he acompañado mis ruegos con un “Señor Agente” que me recomendó utilizar un amigo mío que estuvo en calabozos y da siempre buenos resultados. Nos abre la valla y nos deja pasar, no hay como ser pelota con los maderos.
Después de una tortuosa subida por la Gran Vía, entro en la calle de la Reina y nos encontramos a Pablo en la puerta del Susanclub. Para poder aparcar en la estrecha calle, tenemos que levantar unos escombros de obra. ¡Mierda! El coche no entra. Los coches que vienen detrás empiezan a incordiar con sus bocinazos. Movemos a pulso otra vez los hierros y palés. Finalmente entra justo.
Descarga rutinaria y bajada a la segunda planta del Susanclub. Contando de antemano con la ausencia de escenario, Pablo nos da la idea. Improvisamos uno un tanto freaky, suplantando un sofá por el que va a ser nuestro púlpito.
Probamos voces y suena aceptable. El viernes tarde la definitiva prueba con Guitarras.
Colman decide marcharse a su casa. Yo acepto la invitación de Pablo de un marchoso Cocktail y unas Pizzas. Departimos sobre el bien y el mal, la vida y la muerte…Se me ha hecho tarde. Despedida del personal y retorno a casa.
¿De verdad está tan cercana la Navidad?

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