jueves, diciembre 08, 2005

Un cambio de cuerdas y demás rutinas


Sigo con molestias en la garganta. Puede que sea de los nuevos medicamentos que estoy tomando (lo leí en los efectos secundarios de uno de los prospectos). En todo caso me he levantado con ganas de dar la murga. He tomado para remediar mi mal, unas cuantas cucharadas de miel que compré en Sigüenza, un redoxon y me decido a cambiar las cuerdas.
El cambio de cuerdas lo concibo como un acto muy íntimo entre la guitarra y yo. Creo que estas cuerdas viejas no las cambio desde el verano, por tanto la acumulación de sudor y gin tonics en ellas, las convierten en elementos altamente tóxicos.
El proceso suele durar unos diez quince minutos. Desde que compré un aparatito multiusos que hace las veces de alicate y tensor, todo es más fácil. El cambio de cuerdas es algo que me gusta, me lo paso bien. Nunca dejaría a nadie que hiciera esta labor por mí.
Por la tarde paso por mi tienda favorita de artículos musicales “Arde Madrid”. Donde compro dos paquetes de cuerdas Gibson´s del 011. El trato siempre es muy atento y no dudan en ofrecerte probar cualquier instrumento, amplificador o lo que se te ocurra. En un arrebato de comprador compulsivo, compro una cinta amarilla para sujetar la guitarra bastante cachonda, que simula ser una cinta de precinto policial. Un Heavy con chupa de cuero y pins, que esta haciendo cola a mi lado dice algo como "dabuti tío...".
Cambio de cuerdas, tensión de cuerdas, vuelta a afinar. La cuarta cuerda se niega a ajustarse. Aprieto el clavijero y afino. Todo listo. Toco un par de temas y afino por última vez, para ponerme a escuchar un disco que me he comprado de Ben Folds Five.
He quedado para el ensayo final del bolo hoy a las 18h con Colman. Luego recoger todos los bártulos enfilar para el Susanclub, donde nos espera Pablo. Prefiero dejar hoy el equipo y mañana ir con tranquilidad a la prueba de sonido.
Nos espera el gran día…

3 comentarios:

Hans dijo...

Ah, querido amigo... cómo se nota que eres de acústica (vaya Taylor, olé!. Esta noche hacemos un concierto, y tocaré con la Rickenbacker junto a una Taylor), utilizando cuerdas del .011.
En la Rick tengo montadas .008, y en la Strato .010 (y ya me parecen duras).
El otro día, por recomendación del dueño de la Taylor, compré unas Elixir 0.010 para mi acústica. Me han dicho que son la bomba, son más caras (22.30 el juego) pero según parece duran con sonido limpio mucho más.
Te comprendo perfectamente con lo del encordar. Un placer privado. Tengo un cacharrito, una manivelilla de Ernie Ball, que hace muy cómoda la maniobra.
BTW, lamento un montón perderme vuestro concierto de mañana en el Susan. Mañana tengo mi propio bolo :)
Suerte!

Unknown dijo...

Suerte Hans! o mucha mierda como dicen algunos entendidos..
He trabajado con Rick´s en los dos últimos discos, "The Minor League" y "Do the worm" y el sonido que se consigue es increible. En "Do The Worm" la Rick es de 12 cuerdas. Me costó bastante acoplarme a fijar los acordes al mástil, pero merecio la pena el esfuerzo...¡Vaya sonido!
El otro día en Arde Madrid me intentaron convencer con las Elixir, pero el precio fue el detonante para elegir otro juego.

Anónimo dijo...

imagino que teniendo esas pedazo de cuerdas, y el tensor-alicate la cosa no puede ir mal esta noche sobre todo si has tomado miel de mi pueblo y has oido a ben folds five, que creo que a los unicos que nos gusta de toda españa es a ti, a Oscar el trompetista de marlango y a mi. Nos vemos por la tarde.