lunes, febrero 13, 2006

La Grabación de The Minor League Album - Por Colman

La grabación de “The minor league”.

Era el año 1.999 cuando Insanity Wave decidió enfrentarse a la grabación de su tercer disco. El panorama independientemente había perdido bastante gas y el grupo había dejado tras de sí dos compañías discográficas (La Fábrica Magnética y Roto Records)…pero los grupos necesitan objetivos para sobrevivir (a veces es una huída hacia delante, a veces es el soñado éxito) y grabar un nuevo álbum era algo que a todos ilusionaba. Pero vayamos por fases:


a) Los ensayos previos.

Tras grabar “Do the Worm” en 1.997 y realizar la consabida gira, para 1999 el grupo decididamente llevaba demasiado tiempo encerrado en el local de ensayo.
El ambiente estaba algo enrarecido y el proceso de “montaje y ensamblaje” de nuevas canciones se prolongaba demasiado en el tiempo, las cosas no fluían como antes. Fue entonces cuando, aún sin tener compañía, se tomó la decisión de lanzarse a grabar el tercer álbum.

b) El Productor. Como contactar con el gran Mitch Easter.

Nuestros amigos “The Mockers” nos habían comentado lo contentos que habían quedado con el trabajo de producción de Mitch Easter en su último disco. Su currículum era desde luego apabullante: REM, Velvet Crush, Pavement, Suzanne Vega, Golden Smog, Someloves… entre otras muchas bandas. Por una parte había que contactar con él y después si le apetecía trabajar con nosotros, ver como se financiaba el disco. Lo primero fue sencillo, con la carta de recomendación de “The Mockers” le enviamos las demos que teníamos, le llamamos por teléfono para concretar detalles y enseguida se interesó por el proyecto (Hay que hacer notar que Mitch Easter sólo trabaja con artistas que le gustan. Según nos comentó después de producir “Brighten the corners” de Pavement, recibió montones de ofertas (algunas de mucha pasta) para producir bandas alternativas. Las rechazó porque simplemente los grupos no le gustaban). El siguiente paso era lograr financiación para pagar los aproximadamente 9000 € que costaba el disco. Gracias a la ayuda de nuestro editor Peermusic, realmente nuestro único valedor en la industria musical, y al esfuerzo de los propios miembros del grupo, se acordó financiar el álbum a partes iguales (50% Peermusic – 50% IW).

c) Los ensayos finales.

Con la fecha para grabar ya puesta en el calendario (Septiembre de 1999) hubo que pisar el acelerador, para de una parte rematar las bases de las canciones que ya seguro irían en el álbum y de otra para hacer algún tema más que no hiciese que el disco quedase demasiado corto. Los meses de verano vieron una actividad febril en los locales de General Perón con horas y horas de ensayo como no se recordaban desde los tiempos de “Go-off”. Pero ya se sabe que el excesivo calor suele alterar al personal y hubo más de una discusión de alto voltaje, acompañada por la tensión –de última hora- generada por el Jefe de Chema que amenazaba con no darle las pertinentes vacaciones a, que le permitiesen grabar el disco. Afortunadamente, no todo fueron sudores y tensiones, y como suele ser frecuente en estos casos, dos de las mejores canciones del disco “Take me there” y “Tonight” llegaron a última hora.
d) La grabación del disco.

Por fín, después de múltiples avatares musicales y extramusicales, Insanity Wave se vió en el aeropuerto de Barajas con destino Madrid-Atlanta-Greensboro. Después de un largo viaje, en el que estuvimos a punto de perder la conexión Atlanta-Greensboro, aterrizamos en Carolina del Norte, y nos dirigimos al hotel donde nos encontramos con Mitch Easter, y discutimos el plan de grabación. Todo empezaba a rodar. La mañana siguiente nos mudamos del hotel donde estábamos en Winston-Salem (bastante decente) al Comfort inn (Típico motel de carretera) de Kernersville donde están ubicados los estudios “The Fidelitorium”. Cómo parece difícil que alguno de los que lean esto haya estado en Kernersville, Kernersville es el típico pueblo americano en mitad de ningún sitio y sin ningún sabor, algo así como Bollullos del Condado, pero con restaurantes de “Fast food” a ambos lados de su avenida principal. Si por un lado Kernersville no era precisamente “New York City”, otra cosa muy distinta eran los impresionantes estudios “The Fidelitorium”.

Tradicionalmente Mitch Easter grababa en su casa. Pero llegado un punto decidió construir un estudio y separar su vida doméstica de la profesional. Nosotros fuimos uno de los primeros grupos en grabar en este estudio (construido junto a la casa de Mitch). Yo personalmente no he estado en ningún estudio mejor: amplio, espacioso, con luz natural, con una zona anexa al estudio verdaderamente agradable y sobre todo con montones de legendarios amplificadores de época y multitud de variopintos instrumentos (Autoharp, Chamberlin, mil millones de guitarras, un órgano hammond (con su correspondiente “Leslie speaker”), pedal steel guitars, lap steel guitars, etc...

La grabación se dividió en dos semanas. La primera en la que estábamos los tres serviría para grabar las bases, las guitarras rítmicas y todas las voces. La segunda, en la que –por motivos laborales- faltaría Chema se emplearía en grabar “overdubs” y mezclar el álbum.

Y así se hizo. Las bases se grabaron relativamente rápido, aunque por supuesto, hubo alguno conato de atasco grave como sucedió en “Take me there”. Las voces se grabaron por el sistema de realizar varias tomas y que Mitch Easter seleccionase lo mejor en una única pista.

El típico día tenía la siguiente rutina: Desayuno pantagruélico tardío en “The Waffle House”/ Inicio de las sesiones hacia las 13:00 horas/ Visita sobre las 19:00 horas a alguno de los restaurantes locales con Mitch y su novia Shalini/ Continuación de las sesiones hasta las 22:00/23:00 horas aproximadamente.

Antes de comenzar la segunda semana, recibimos la visita de Seth de “The Mockers”. Ocurrió lo previsible: Alcoholismo y “Gambas al ajillo” en versión “Bible belt”. Yo particularmente estaba totalmente roto al día siguiente. Recuerdo beber varias cervezas de las montañas Adirondacks que no me sentaron nada bien, no se si por la cantidad o la pésima calidad, o por ambas cosas.

Después de que Chema lamentablemente tuviese que marcharse, fue cuando Mitch Easter empezó a revelarse no sólo como un gran productor sino como un fantástico músico. Empezó a meter guitarras superlativas y su “modus operandi” por increíble que parezca era el siguiente. Poner el tema y tocar encima. Una vuelta más. A la tercera lo grababa sin un puñetero error. Se grabaron percusiones y otros instrumentos, pero cuando más disfruté -yo particularmente- fue cuando Mitch sacó la “pedal steel guitar” “que no tocaba hace tiempo” y se marcó un recital en “The minor league” que a mí me dejó particularmente extasiado

Al final, como siempre el tiempo se echó encima, y Mitch tuvo que mezclar el álbum en maratonianas sesiones que Juan y yo aprovechamos para visitar Chappell Hill y alguna otra localidad cercana, ver “The Blairwitch Project” y en general para entrar en contacto con la América profunda.

Con nuestro visto bueno final, el álbum quedó visto para sentencia, masterizándose un poco después en “The Kitchen mastering” por Brent Lambert. Juan se fue de vacaciones a las Rocosas a perseguir alemanas y yo después de comer en un indio con Mitch en Greensboro volví a Madrid. Me bajé del avión a las siete de la mañana y fui directamente a trabajar. Así es la vida del rockero oficinista…

Escucha "The Minor League" al completo:

1.- "The Minor League"
2.- "Stuck in the Rut"
3.- "Roller Coaster Ride"
4.- "Lost Days"
5.- "Take me there"
6.- "Could you be the one"
7.- "Other people´s Game"
8.- "Sleepwalking"
9.- "Tonight"
10.- "Rock nº1"

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9 comentarios:

CARLA dijo...

Menos mal que seguís en esta rueda de la vida musical, os hace ser unos personajes mucho más interesantes de lo que pensáis y encima currando de oficinistas.Musho mérito señores!!
Beso especial a mi hombre y al resto de los integrantes insanos de ayer y de hoy.

Luciernaga dijo...

Que burrada, es una aventura estupenda. Creo que teneis vivencias maravillosas y que nunca podreis olvidar y que además os han formado mucho

Unknown dijo...

Tengo como entrañable recuerdo la fundación de nuestra propia compañía “Elmer Music” (Dedicada a un antiguo profesor cabrón de nuestro colegio), con un Notario leyéndonos las condiciones societarias y nosotros con cara de colegiales, despistados por el vuelo de una mosca.

De la grabación, recuerdo el horrible hotelucho donde nos alojamos, cerca de una carretera siniestra, con tres camas hacinadas, donde al llegar de 12h de trabajo en estudio, tenía que soportar 6h de ronquidos de mis compañeros de cuarto. Llegaron a tanto los ronquidos, que los últimos días dormí en el cerca del cuarto de baño.

También fue un gran momento cuando metí la mandolina en el tema “The Minor League”. Instrumento que tenía guardada Mitch como objeto prehistórico. O la mini guitarra (parecía de juguete) que incluí en “Stuck in the Rut”.

La comida basura que hizo que en dos semanas engordara más unos 7 kilos. Ríete del documental “Super Size me”.

También como vecino, en la finca colindante al estudio de Mitch, teníamos una empresa funeraria. Creo que sirvió a Juan como motivo de inspiración para alguna de sus letras...

Anónimo dijo...

Hay un personaje que no puede faltar en la grabación de The Minor League: un ser que hizo que pegásemos un brinco abrazados a lo Scooby Doo y Shaggy gritando despavoridos cuando le conocimos, un ser descomunal en su especie, un superviviente del rock rural, una estrella, un sólo brillo en la oscuridad del bosque profundo americano....El gigantesco-gato-negro-con-un-sólo-ojo-tras-haber-sido-atropellado-por-un-tractor-John-Deere
No hay fotos de él porque al igual que los vampiros su imagen no quedaba fijada en la plata pero verle babear (apenas podía cerrar la boca) con su único ojo mirando a Colman fijamente y sus dos palmos de altura me sigue provocando pesadillas.
Un auténtico freak insano felino!
Juan

Unknown dijo...

Juan sorpresas de la vida. ¡Si hay fotos del siniestro gato AZRAEL! La publico luego.

Patroclus dijo...

Chema, haz pública el acta fundacional de Elmer Music.!!!!

Unknown dijo...

Abuelo lo que pide es secreto de sumario. Lo único que te podemos aclarar es que todos sus socios debían gritar al unísono "¡Elmer cabrón!" al firmar cualquier tipo de documento privado o público. Cosa que cumplimos escrupulosamente.

Unknown dijo...

Comentaros que el tema "Lost Days" fue incluido en la banda sonora de la película "Menos es más" y "Other people´s game" en otra peli española "Tiempos de tormenta". Lo gracioso es que en ambas películas salen haciendo play back un grupo de música que no somos nosotros con nuestros temas. Eso sí, salen unos tipos ultra cool, tope macizos, de buen rollito...¿Es tan importante la imagen?

Patroclus dijo...

si es por gritar y firmar ELMER CABRON, que no quede la cosa. Dónde hay que hacerse socio?