lunes, octubre 16, 2006

Crónicas de The Cavern (2ª Parte)



Jueves 25 de Mayo, amanezco con una pierna fuera de la cama y un pie en grado tres de congelación. En la cama de al lado, Lucho sigue roncando aunque me mira fijamente con los ojos medianamente entornados. Menos mal que llevo mucho tiempo viajando con él, que si no, el susto habría sido de órdago. Un pis rápido, un par de toses secas y entorno la persiana. Un soleado Liverpool mañanero nos recibe calurosamente.
Ya con toda la tropa pululando por aceras contiguas al hotel Britannia, decidimos buscar una cafetería para degustar un pesado desayuno. Nos topamos con una cafetería Italiana, donde nos hinchamos a comida indigesta y café solo. Lo que no tenía ni idea era de los efectos malignos de la cocina inglesa, cosa que aunque uno va prevenido, no puede ser firme ante la tentación momentánea y peca y vuelve a pecar. Luego una vez en España, con cuatro kilos de más y un ardor fijo, uno se arrepiente de todo y lamenta haber probado tan infecta comida.





Un grupo de cuatro es difícil de dirigir. Uno de siete imposible. Por tanto en el momento de tomar decisiones de los emplazamientos por ver, se armo la primera camorra. Después de una corta vuelta por los tres sitios emblemático de la ciudad, entre ellos el mítico barrio de Chinatown, se hizo la primera, aunque previsible traumática separación de grupo. Lucho, Pablo y yo decidimos entrar en el MUSEO DE LOS BEATLES. El otro bando apostó por lo mejor que puede hacer un músico de Rock. Elegir una flamante terraza cafetería para degustar un variado de pintas locales. Por supuesto estamos hablando de las diez de la mañana.
El MUSEO DE LOS BEATLES, es bastante entretenido, lleno de figuras de cera muy bien curradas, instrumentos reales, fotos raras y la imprescindible música que te acompaña por todas las estancias. Te dan unos walkman donde te relatan toda la historia del grupo, amenizando la charla con comentarios de los propios beatles. Creo que Lucho eligió la versión en Alemán, por las cara que iba poniendo.
Cualquier loco de los fab four estaría realmente satisfecho de recorrer sus pasillos. Nosotros no íbamos a ser menos. Recomendable cien por cien.


"Andado entre tumbas"



"Posando en el museo de los beatles"

Después de una hora y media de recorrido, el grupo se volvió a unir, eso sí, teniendo que enfrentarse a los llantos de Pablo, que quedó seriamente impactado ante la noticia que le habían comentado en el museo, “John Lennon había muerto”.
Una visita a la Catedral de Liverpool, seguida de una excursión por siniestros cementerios ingleses, para volver al hotel, relajarnos una hora y hacer el equipaje con dirección a The Cavern para nuestra primera actuación.
Como una banda de hampones, recorrimos los 15 minutos de distancia a pie entre el hotel y la sala de conciertos. Con un resonar continuo del carrito que llevaba algunos de nuestros instrumentos, siete pervertidos españoles circulamos con nuestro bártulos en mano, mirando desafiadamente a cualquiera que alzara la vista. Momentos efímeros de gloria. ¡Pero que momentos!




En nuestro camino, coincidimos con varias bandas, a destacar los franceses Mamma Got Five, con los cuales hicimos buena amistad durante toda nuestra estancia.
La llegada a The Cavern fue entre extraña, alegre y repulsiva. Nada más encarar Mathew Street, nos aborda un mendigo sin brazos que se agarra a nuestras piernas, gritando incoherencias...uhmm...rápidamente descartamos que fuera de nuestro belicoso grupo de fans ingleses. Hay que reconocer que siete tíos hasta arriba de instrumentos y un carrito con ruedas chillonas llaman mucho la atención. Pero os juro que en Mathew street uno puede pasar completamente desapercibido de esa guisa. La primera en la frente fue divisar la entrada del club, donde no había ni un mísero cartel del IPO Festival. Eso sí la puerta estaba forrada con anuncios de un MOD Festival. Al grito de somos los mods, somos los mods, fuimos bajando las escaleras de la caverna.
David Bash, el organizador del festival con cara comprimida, no paraba de ir del Front Stage al Back stage para presentar a los grupos. Rápidamente nos dimos cuenta que no era el hombre que iba a resolver nuestras dudas y problemas.
Dejamos todo el material en el amplio camerino del Back Stage, y empezamos el eterno tira y afloja con los técnicos para conseguir el equipo que necesitamos. Después de una técnica de guerrillas capitaneada por Colman, nos hicimos con todo el material necesario, aunque mi petición de ampli Marshall no fue bendecida y me toco un Fender de válvulas.

"Momentos previos"



Los momentos previos fueron bastante tensos, una banda en el escenario ejecutando los últimos acordes, aforo que no llegaba a media sala y todos concentrados en afinar su instrumento.
Al mejor estilo de la formula uno. Nada más aparecer los mendas que nos antecedían en el escenario, salimos a la carrera a montar todo nuestro equipo. Lío de cables, el teclado de Pedro no sonaba, yo no encontraba mi pedal de efectos. No hubo tiempo para una mini prueba. David Bash, pegó un brinco al escenario y ya estaba anunciándonos por megafonía. Con mi eterna frase “Are you ready to Rock Liverpool?”, fusilada de los eternos Cheap Trick, comenzamos nuestro set de cuarenta minutos.
Fue un repertorio punk rock, cargado de adrenalina, con un sonido un tanto zumbón, contando con los caderazos escénicos de Ricki el gusano y con desmayo teatral en vivo sobre el escenario incluidos. Arrancamos unos cuantos aplausos y algún que otro despistado se sorprendió gratamente de nuestra versión de los Replacements (Tema que se tuvo que interpretar sin guitarra, ya que rompí cuerda a la quinta canción y gaste unos minutos en cambiarla).
Fue un visto y no visto, los cuarenta minutos más rápidos de mi vida, estaba claro que con tanta tensión acumulada, tarde o temprano, alguien lo tenía que pagar. Y no fue otra que la camarera más cercana, quién al lanzarnos sobre ella al modo de “¡Carguen! pagó los trapos sucios de la organización, con múltiples ordenes de pintas y licores raros para nuestras tres neuronas vivas.





"Un gusano agitado"



"La madre de todas las performance"

La exaltación de la amistad llegó sin previo aviso y después de abrazos varios entre todos los insanos por el buen concierto dado, decidimos mezclarnos entre todo el artisteo que rondaba por el club.
Hicimos migas con The Nash, grupo inglés/español que tiene su base en Palma de Mallorca. Momento de inicio de una serie de fotos freak que no pararían hasta finalizar la noche.
Después de revisar unas cuantas bandas, donde pudimos apreciar que el nivel era de medio alto a bastaste alto. Y la asistencia de público en todos los eventos, era de medio bajo a bajo. Decidimos investigar la Inglaterra profunda y canallesca de pub. El garito con mejor pinta era el Joe´s, justo el primero que te encontrabas nada más salir de la Caverna. Por tanto se hizo un primer intento. El portero del local, con un cuello de Pitbull, nos paró en seco, alegando que nuestro atuendo no era el adecuado. Comenzó entonces un diálogo de besugos entre grupo y portero, al que se fueron animando varios curiosos, freaks, carteristas y un buen puñado de gente que previamente había sido obligada a volver tras sus pasos al no vestir al estilo Joe´s.











No se en que momento, Ricki y Colma desistieron y optaron por el pub de enfrente donde fueron bien recibidos. Tras 15 minutos de insultos y babeo con el capador de la marcha nocturna, decidimos dejarlo por imposible y al grito de “Who´s the leader? Formamos una serpiente humana de unas 10 personas que paseó por todo Mathew Street cantando “Follow the leader! Leader! Leader! Follow the leader!” capitaneados por una alcohólica hooligan. Sobra decir que al encarar la entrada del bar donde estaban Colman y Ricki fuimos duramente reprendidos por los porteros del nuevo pub y echados a empujones de la entrada. Casi nos sentíamos como en Madrid.
Tras despedirnos de nuestros amigos del “Follow the leader”, utilizamos la recurrente pregunta de un turista. ¿Dónde esta la marcha? Después de varias indagaciones, creimos correcto dirigirnos a The Crazy House. Recordémoslo por el sobrenombre que tuve que darle INFERNO 5.















Un nutrido grupo de siniestros, punks y hooligans nos recibió a las puertas de Inferno 5. El pago en la entrada era obligatorio, por tanto aflojamos el cash y subimos la serpenteante escalera hacia la primera planta. El shock no se hizo esperar. Entre una inmensa bola de humo espesa y una atronadora música de Rock Gótico, nos encontramos dando brincos entre la tremenda muchedumbre. Ellos sin camiseta, cara pintada y muñequeras de pinchos. Ellas en sujetador por no decir en pelotas. El grupo al unísono solo pudo entonar un breve pero animoso ¡Yesss!
Después del impacto inicial de la primera planta, nos aventuramos a investigar las dos plantas restantes. Resultado de la segunda planta: música dance a volumen cien, mujeres en sujetador. Resultado de la tercera planta: música pop, hombres en tanga. Obvia decir que volvimos rápidamente a la primera planta.
El momento estelar fue cuando un tipo, clon de Sting en la película Quadrophenia, abrio su abrigo de cuero y se llevó bajo su brazo a cuatro tías en sujetador. No pudimos resistirnos y la foto más freak del viaje fue tomada junto a él. Ya tocaba volver al hotel, ya que nos quedaba la actuación del día siguiente en The Cavern Pub.


¿El nuevo Hannibal Lecter?


De farra con los Nash



Los insanos con David Bash

Momento freak con el hijo bastardo del Sting de Quadrophenia

9 comentarios:

Luciernaga dijo...

Bueno, bueno, hay que hacer horas extras en día de fiesta para no perderse la nueva entrega (tengo un chivato de RSS que me avisa cuando se actualizan los blogs). ¡Qué envidia! El museo de los Beatles. Quizás deba programar un viaje a Liverpool solo por verlo. § 555 §

Unknown dijo...

Siempre a la última 555!

santipita dijo...

Cuando llega lo de COlman con la ardilla?? ya no puedo más!!

Anónimo dijo...

Esperamos impacientes la tercera parte donde los crímenes son finalmente resueltos... Por cierto, ¿No fue en el Krazy House donde Ricky fue una vez más confundido por un inglés como un viaje compañero de escuela suyo? Lo peor es que el inglés debía tener quince años aunque puedo decir en su favor que el garito estaba bastante oscuro.

Colman

Unknown dijo...

La anécdota de Ricky será contada con todo detalle en la tercera parte de las crónicas...Esos sí, que alguien me sople vía maillo de la ardilla y Colman, que debía estar en ese momento haciendo la conga por las calles de liverpool.

Anónimo dijo...

Hay que decir que me ocurrió dos veces en dos garitos distintos, los jovenes de Liverpool me confundían sistemáticamente con compañeros suyos de colegio.Como ves los jovenes británicos envejecen muy rápido, será el bondage...

Anónimo dijo...

si bueno el grupo no esta nada mal y ademas los chavales se lo curran, aunque hay q reconocer que el album de go off esta mucho mejor que los demas aunque tambien me gusta la de tonight bueno par de tres seguir asi

Unknown dijo...

Gracias "Usuario Anónimo"...espero que los nuevos temas que hemos grabado en maqueta te gusten!

Anónimo dijo...

Un grupo como este cómo no va a tener groupies¡¡ eso si creo que lo de folladoras.. más bien a perseguirles para no dejar de bailar¡¡ su música irremediablemente te hace moverte, gritar, saltar¡¡¡¡