Insanity Wave - Segundo Jazz Concert (23/02/06)

Segundo Jazz, club de bandas en vivo, excéntrico donde los haya. Ambiente claustrofóbico, humo impregnado en sus paredes, asientos de terciopelo. Arrancado de cualquier localización de la película de David Lynch que te venga a la cabeza. Estética surrealista, explorando el lado oscuro de la experiencia humana.
Allí estábamos Pedro, Colman y Yo puntuales a las 19.30h, para la prueba de sonido. Nos recibe Roberto, vestido con chaleco y pajarita, al fondo se oye “Roller Coaster Ride” de nuestro álbum “The Minor League”. En un principio, un poco alocadamente, probamos “Lazy-Bones” y una de los Rolling Stones. No se oyen las voces. Probamos a cambiar los micros, pero luego resulta que el problema era ajustar la mesa de mezclas.
Finalizamos la prueba con “Night on the Town”. Todo ok.
Esta vez tenemos el tiempo medido, hay otra banda que toca después nuestro. Así que a las 23.15h el escenario debe estar vacío para la otra banda (Un grupo de cincuentones que tocan covers de los 60´s. Todo hay que decirlo, solventemente).
Tapeamos en el “Quinto vino”, se van acercando varios colegas y empieza a correr las cervezas junto con unas croqueta casera bastante recomendables.
21.30h Entrada del grupo en el garito en cuestión. Tres almas perdidas lo recorren. Me pido un whisky con coca cola. No me da tiempo a dar dos tragos, cuando el manager del Según Jazz, nos apremia a salir al escenario. Cojo los bártulos y a escena. Afino con mi pedal de afinación, mientras Colman hace lo mismo con su “afineitor”. Pedro se entretiene removiendo sus papeles con anotaciones sobre las canciones.
Echo un vistazo rápido al personal, sala casi llena. El público esta sentado y charlando de sus cosas. Empezamos al uso con “Never Talking to you again”. La actuación transcurre fluida, aunque la gente una vez toma asiento, se apalanca y es muy difícil motivarlos. En todo caso, sonamos compactos y Pedro aunque afectado de gripe, tiene uno de sus días brillantes y sus solos complementan las canciones al máximo.
No nos da tiempo a ningún bis. Como robots recogemos bártulos del escenario y nos reunimos con la congregación de amigos y fans que han venido a vernos. La venta de discos es muy buena. Para sorpresa de la banda, nos pagan un caché decente.
Otro día más en la vida de los insanos...La cuestión es hacer kilómetros.